27 de Octubre de 2020 - Por Ximena Vial

Teresita

Esta historia es parte de mi biografía. Esa que se entreteje con los acontecimientos colectivos y marca la vida íntima de una manera profunda. La Tere mi tia abuela, la hermana de mi tata, mujer increíble que define mi línea matrilineal. Hoy nos despedimos de ella y siento tanta pena. Siento la necesidad de que salga en los diarios la historia de una mujer que dejó su corazón en cada rincón que visitó desde La Huerta del Mataquito a Villa Alemana.

La Tere tomó sus votos de monja a los 19 años, yo no la recuerdo con hábito porque lo dejó de usar luego de las reformas del Concilio Vaticano II. Así reformista, abocó su vida al trabajo en poblaciones, fue profesora y llegó a ser Madre Superiora. Recuerdo haber pasado mis vacaciones de verano en el convento de Reñaca, aún me resuenan sus carcajadas como eco por los pasillos. Aquí tuve mi primer encuentro con la enseñanza, la Tere nos pasaba tiza y nos dejaba jugar con las pizarras del convento. Repitió hasta el cansacio que el amor es materia del corazón, no de la cabeza. Fue participe de la construcción de la iglesia de los 70's, una iglesia obrera y popular. Nos enseñó sobre derechos humanos, me abrió los ojos a la injusticia y me ayudó a entender que hay necesidades urgentes. Necesidades que no esperan a nadie.

La última vez que la vi, le calenté una carbonada en el microonda, cosa que la sorprendió muchísimo y me hizo leerle los textos de historiadicta mientras se quedaba dormida en el sillón. Con la Tere todos compartimos eternas sobremesas donde también comimos rico. Con un abrazo apretado te sostenía hasta el infinito. Me dijo que entendía mi confianza en la intuición más que en Dios, ella había nacido en otros tiempos con otros aires. Lo lindo era confiar. Te despido en este espacio que nace a partir de aquellas vidas olvidadas por la historia tradicional, historias de cuerpos femeninos que con extrema grandeza caminan sin ser registrados.

Fotos y texto extraído y autorizado desde la cuenta de Instagram @historiadicta