En Chile y seguramente en otras partes del mundo, se está “volviendo a la normalidad” en cuestión de actividades, después de tanto tiempo de aislamiento, restricción en aforos y el uso obligatorio de la mascarilla.
¿Y eso que tiene que ver con Mater? Bueno, creo que esta imagen de María en la cotidianidad de la vida, capaz de detenerse y contemplar, es una invitación constante a contactar con nuestro interior y contemplar con esperanza y gratitud la vida, en medio del trajín y acelere de la “normalidad” que a veces nos come.
Ciertamente, la imagen de Mater tiene varios símbolos para orar; sin embargo, hoy tomo algunos que podrían ayudar a detenernos un poco y aprender junto a ella.
Contemplemos esta bella imagen, reconozcamos que pensamientos y sentimientos nos genera, y, centrémonos en lo siguiente:
¿Reconozco la acción de Dios en mi vida, en la realidad? ¿Qué situaciones se me invita a mirar y vivir con esperanza?
¿En dónde se me invita a escuchar desde el corazón? ¿Qué juicios y miedos necesito silenciar para escuchar desde el corazón?
¿Qué situaciones personales o de la realidad se me invita a cuidar?
¿Qué cualidades tengo? ¿En dónde se me invita a compartirlas?
Para cerrar agradezcamos a Mater este tiempo de encuentro con ella, tomando prestadas las palabras de una Carta Circular el 16 de julio de 1949 por Marie-Therese de Lescure rscj, superiora general de ese tiempo:
“Mater, ayúdanos a mantenernos a través de nuestros días tan ocupados y abarrotados, en el brillo de las cosas que no se ven y firmes en la observación de lo Invisible. En medio de todo lo no esencial que nos invita y a menudo nos distrae, pues corremos el riesgo de agobiarnos y confundir nuestros valores. Enséñanos la comprensión de lo Esencial y un gran deseo de ello.
Solo una cosa es necesaria – la voluntad de Dios y el trabajo de Su amor. Que Mater nos de la visión unificada que nos haga ver, también a nosotras, lo Invisible y lo Esencial ”
¡Feliz Fiesta de Mater!
Noemi Martínez, nscj
esta reflexion aun no tiene comentarios