27 de Agosto de 2020 - Por Nené García-Huidobro rscj

La fuerza Evangelizadora de la Caridad

Hecho de vida

Me han  pedido que hable de la fuerza evangelizadora de la Caridad, del Amor y voy a partir de algunos ejemplo que vivimos aquí en Chile en tiempos del Golpe de Estado del 1973. Las Iglesias, especialmente la Católica y la Luterana formaron el “Comité de la Paz” para ir en ayuda a las personas perseguidas y desaparecidas, acoger a sus familiares, ayudar a encontrarlos, a sacarlos del país, etc.

Un equipo de sacerdotes iban a los lugares de detención: El Estadio Nacional, las cárceles, etc., a conseguir las listas de presos de cada lugar. Si lográbamos saber el paradero de los desaparecidos de las familias que habían venido a pedir ayuda, les avisábamos. Habían diferentes oficinas de atención para los que habían sido torturados y deseaban dejar el país, habían personas que acompañaban a los que iban a la morgue a reconocer los restos de sus seres queridos, entre otros.

Se escondía a personas perseguidas mientras se lograba sacarlas del país, en nuestras propias casas, también en Punta de Tralca. Por seguridad nunca se sabía dónde ni quién. Incluso se trabajaba con nombres falsos.  Me llegaban listas de detenidos que había traído un tal padre Pascual, mucho después supe que era mi párroco, un padre Columbano llamado Noel.

Un día me avisaron por teléfono que me pasarían a buscar en auto, alguien que yo no conocía. Me dieron una caja de detergente, y partimos a toda velocidad al aeropuerto. Se trataba de llevar el pasaporte que iba en la caja de detergente y llegar antes de la orden de arresto a la persona. Nos pasamos con algunas luces rojas pero llegamos a tiempo.

Fue un trabajo que duró los años 70 y 80. El Comité de la Paz luego la Vicaría de Solidaridad.

El Año 2005 yo vivía en Villa Alemana y participaba en Justicia y Paz de CONFERRE, especialmente en Ecología, y por esas cosas fui a dar a un grupo de jóvenes ecologistas en la Ex Cárcel de Valparaíso. Al saber que yo era religiosa católica me recibieron como "la salvación": ellos eran hijos de perseguidos del Golpe de Estado y sus padres les habían hablado de la experiencia de  protección de la Iglesia que habían tenido. Estos jóvenes estaban luchando por el cuidado de la Pacha Mama y la Ecología, ellos sintieron que al tenerme a mí con ellos entraban en contacto con esa Iglesia que les ayudaría a luchar contra los poderes que explotaban sin piedad la naturaleza

Hoy, estamos también en una situación crítica por la pandemia, y hay una respuesta de amor semejante, con las ollas comunes o solidarias y otras formas de ayuda a los que están sufriendo, son actos de amor, manifestaciones del amor de Dios, por lo tanto son acciones misioneras.

El Papa Paulo VI decía que la evangelización tiene dos pies: el anuncio y la acción por la justicia y el amor. Muchas veces en nuestras catequesis, en nuestra organización de la Misión de la capilla de las parroquias, nos centramos más en la doctrina, el anuncio y un pequeño grupo de la “ayuda fraterna" hace la pega del AMOR, de la escucha….

¿Cómo podemos anunciar el amor de Dios al mismo tiempo que lo practicamos? Creo que esta es una gran pregunta. Y la otra ¿Cómo podemos realizar obras de amor al mismo tiempo que nos formamos como cristianos?

Además la Misión es una tarea de todos, no solo de los equipos de ayuda fraterna, sino de todos los que vamos a Misa, de los catequistas, de los que se preparan para recibir los sacramentos. Todos: adultos, jóvenes y niños.

Ahora, ¿cómo podemos participar todos en el anuncio del amor de Dios? ¿Cómo podemos llegar al Otro en su realidad, en su necesidad de ayuda, en su necesidad de comprensión, en su necesidad de Dios?

Esos son los caminos que tenemos que buscar entre todos.